Ron Spears -La Apostasía Omega.-
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Ron Spears -La Apostasía Omega.-
La Apostasía Omega.-
¿Qué es apostasía? Para comenzar, definamos la palabra. El Diccionario del Nuevo Mundo dice: “Un abandono de aquello en lo cual uno ha creído como fe, una causa o un principio”. A medida que nos examinamos de acuerdo con esta definición, nosotros como laicos, líderes y pastores adventistas del séptimo día debemos preguntarnos, ¿estamos en apostasía? Si analizamos la historia de la iglesia de Dios a través de las edades, encontramos esta tragedia en casi todas las generaciones.
Isaías describe la rebelión en su día:
“8 Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.
9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;
10 que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras;
11 dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.
12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;
13 por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente.
14 Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo”. Isa. 30:8-14.
La apostasía es la rebelión contra las órdenes de Dios, su plan, su ley. En los días de Nabucodonosor Dios permitió que la iglesia fuese en cautividad por setenta años a causa de una terrible apostasía, porque no había otro remedio.
“15 Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.
16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.
19 Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables.
20 Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas”. 2 Crón. 36:15-16,19-20.
Miqueas, otro profeta, escribió acerca de las terribles condiciones existentes en los reinos de los reyes Acaz, Ezequías y Jotam:
“9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio y pervertís todo el derecho;
10 que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con injusticia.*
11 Sus jefes juzgan por cohecho, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en el Señor, el Eterno, diciendo: "¿No está el Señor entre nosotros? No nos vendrá mal". Miq. 3:9-11.
Isaías habla acerca de la apostasía como la causa de los problemas de la iglesia:
“Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden”. Isa. 9:16.
Acerca de la iglesia en los días de Cristo, Ellen White escribió:
“En la parábola de la viña, Cristo declaró culpables a los labradores. Ellos fueron los que habían rehusado dar a su señor el fruto de su terreno. Los sacerdotes y magistrados de la nación judía fueron los que, al descarriar al pueblo, le habían robado a Dios el servicio que él reclamaba. Fueron ellos los que apartaron de Cristo a la nación.
La ley de Dios, exenta de tradiciones humanas, fue presentada por Cristo como la gran norma de obediencia. Esto despertó la enemistad de los rabinos. Ellos habían puesto las enseñanzas humanas por encima de la Palabra de Dios, y habían apartado al pueblo de sus preceptos. No estaban dispuestos a renunciar a sus mandamientos hechos por hombres, a fin de obedecer los requerimientos de la Palabra de Dios. No querían sacrificar, por causa de la verdad, el orgullo de la razón y la alabanza de los hombres. Cuando Cristo vino, presentando a la nación las demandas de Dios, los sacerdotes y ancianos le negaron su derecho de interponerse entre ellos y el pueblo. No estaban dispuestos a aceptar sus reproches y amonestaciones, y se propusieron malquistar a la gente con Jesús y así destruirlo.
Ellos fueron responsables del rechazamiento de Cristo, con los resultados que le siguieron. El pecado de una nación y su ruina se debieron a los dirigentes religiosos”. Palabras de Vida del Gran Maestro: 246-246. (Véase también 5 Testimonies:235 y el Deseado de Todas las Gentes:687).
La tremenda oposición de los escribas, los fariseos, los sacerdotes y el Sanedrín en contra de Cristo fue responsable por el rechazo del pueblo hacia él, y finalmente causó su crucifixión. Una vez más vayamos a la inspiración:
“En las parábolas que Cristo había pronunciado, era su propósito amonestar a los sacerdotes e instruir a la gente que estaba dispuesta a ser enseñada. Pero era necesario hablar aun más claramente. La gente estaba esclavizada por su actitud reverente hacia la tradición y por su fe ciega en un sacerdocio corrompido. Cristo debía romper esas cadenas. El carácter de los sacerdotes, gobernantes y fariseos debía ser expuesto plenamente.
"Sobre la cátedra de Moisés --dijo él,-- se sentaron los escribas y los Fariseos: así que todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras: porque dicen y no hacen." Los escribas y los fariseos aseveraban estar investidos de autoridad divina similar a la de Moisés. Aseveraban reemplazarle como expositores de la ley y jueces del pueblo. Como tales, exigían del pueblo absoluto respeto y obediencia. Jesús invitó a sus oyentes a hacer lo que los rabinos les enseñaban según la ley, pero no a seguir su ejemplo. Ellos mismos no practicaban sus propias enseñanzas.
Y, además, enseñaban muchas cosas contrarias a las Escrituras. Jesús dijo: "Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover." Los fariseos imponían una multitud de reglamentos fundados en la tradición, que restringían irracionalmente la libertad personal. Y explicaban ciertas porciones de la ley de tal manera que imponían al pueblo observancias que ellos mismos pasaban por alto en secreto, y de las cuales, cuando respondía a su propósito, hasta aseveraban estar exentos”. Deseado de Todas las Gentes:563.
Los líderes fueron responsables por causar la apostasía y mantener al pueblo de Dios en ella. Sostenían sus tradiciones por encima de la ley de Dios, y éstas restringían la libertad del pueblo. Aquello que demandaban del pueblo, ellos lo ignoraban en su propia conducta. Cristo debía romper esas cadenas; en sus enseñanzas y parábolas, él expuso claramente el carácter de los sacerdotes y de los líderes del Sanedrín.
Hoy en día existe un gran peligro para nuestro liderazgo. Satanás ha estado haciendo todo lo posible a través de las edades para capturar las mentes entre los líderes del pueblo de Dios. La historia ha probado que él ha tenido éxito demasiado a menudo. Sabemos que en esta hora final de la gran controversia Satanás redoblará sus esfuerzos para destruir la iglesia remanente y su efectividad para dar la última demostración del poder de Dios en un segundo Pentecostés. Él ha tenido éxito en demorar la segunda venida de Cristo por más de cien años.
Se nos dice que algunos de nuestros propios ministros predicarán las doctrinas de Satanás desde nuestros púlpitos:
“Ministros no santificados están organizándose en contra de Dios. Están alabando a Cristo y al dios de este mundo en la misma emisión de voz. Mientras que en forma profesa reciben a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus acciones dicen: "No a éste, sino a Barrabás". Presten atención todos los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede hacer. Piensa disolver la unidad que Cristo oró que existiera en su iglesia. Dice: "Saldré y seré un espíritu mentiroso para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para falsificar". Albergue al hijo del engaño y al falso testigo una iglesia que ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia descartará el mensaje que el Señor ha enviado, y recibirá los más irrazonables asertos, falsas suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos; porque él sabe qué es verdad. Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo la antorcha de una falsa profecía en sus manos, encendida del fuego de la infernal antorcha satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los fieles ministros serán quitados del pueblo que piensa que sabe tanto. "¡Oh, si también tú conocieses - dijo Cristo - a lo menos en éste tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos". Testimonios para Ministros:409-410.
Cambiando de Líderes.-
“Hombres en posiciones de responsabilidad se encuentran en peligro de cambiar de líderes. Esto lo sé, por cuanto me ha sido claramente revelado. Se me ha instruido que el enemigo busca unirse a hombres que tienen grandes responsabilidades en la obra de Dios, para poder llenar sus mentes con ideas malignas. Bajo su influencia los hombres sugerirán muchas cosas que son contrarias a la mente de Dios”. Special Testimonies, Serie B, Nº 2, pág. 48.
“La multitud de engaños que prevalecerá en estos últimos días os rodearán, y cambiaréis de líderes sin saber que lo habéis hecho”. Review and Herald, tomo 2, pág. 449.
“Hombres que ocupan puestos de mucha responsabilidad en el corazón de la obra están dormidos”. 2 Testimonies:439.
¿Podría ser que algunos dirigentes, pastores y laicos, hayan cambiado de líderes y ni siquiera lo sepan? Una vez más la profetisa del Señor nos habla:
“En ocasiones, con ardiente intensidad y terrible severidad, Cristo denunciaba las abominaciones que veía en la iglesia y en el mundo, él no permitía que el pueblo fuese engañado por las falsas apariencias de justicia y santidad”. Battle Creek Letters:111.
El Bautista y su Mensaje.-
El mensajero del primer advenimiento de Cristo era un hombre de muy claras palabras. Reprochó el pecado y llamaba a las cosas por su nombre. Puso el hacha a la raíz de los árboles. Se dirigió a una clase de profesos conversos que vino a ser bautizada por él en el Jordán, de la siguiente manera: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento... y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”. 1 Testimonies:321.
“No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”. 1 Cor. 13:5.
Al examinarnos a nosotros mismos ahora, debemos preguntarnos, ¿estamos en apostasía? Poco tiempo después de 1844 Ellen White escribió estas trágicas palabras:
“Si después del gran chasco de 1844 los adventistas se hubiesen mantenido firmes en su fe, y unidos en la providencia de Dios que abría el camino, hubieran proseguido recibiendo el mensaje del tercer ángel y proclamándolo al mundo con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios y el Señor hubiera obrado poderosamente acompañando sus esfuerzos, se habría completado la obra y Cristo habría venido antes de esto para recibir a su pueblo y darle su recompensa”. 1 Mensajes Selectos:77.
En el año 1900 ella escribió palabras similares por causa del rechazo del mensaje de 1888 acerca de la justificación por la fe (véase 6 Testimonies:450; el Conflicto de los Siglos:458). Pero todavía estamos aquí. ¿Por qué? Antes del fin de siglo la población del mundo era sólo una fracción de lo que es hoy día. Con el paso de cada año la obra de dar el evangelio al mundo entero se hace más compleja.
Al continuar examinando si estamos o no en apostasía, volvamos nuestra atención hacia la inspiración en busca de una respuesta:
“Me ha sido mostrado que el espíritu del mundo está leudando la iglesia rápidamente. Estáis siguiendo el mismo sendero del antiguo Israel. Existe el mismo abandono del sagrado llamado como el pueblo peculiar de Dios. Estáis participando de las obras infructuosas de las tinieblas. Vuestro concierto con los infieles ha provocado el desagrado divino. No conocéis las cosas que tocan a vuestra paz y éstas están siendo rápidamente encubiertas de vuestros ojos. Vuestro descuido en seguir la luz os colocará en una posición más desventajosa que la de los judíos sobre los cuales Cristo se lamentó”. 5 Testimonies:75-76.
La mundanalidad en la iglesia trajo como consecuencia el rechazo del mensaje de Dios en el año 1888. Ésta era mucho peor de lo que era la de los judíos que Cristo había denunciado. Ellen White describe de esta manera la trágica condición de la iglesia en el año 1882:
“Me lleno de tristeza cuando pienso en nuestra condición como pueblo. El Señor no nos ha cerrado el cielo, pero nuestra propia conducta de permanente apostasía nos ha separado de Dios. El orgullo, la codicia y el amor al mundo han vivido en el corazón sin temor a la expulsión o la condenación. Pecados dolorosos cometidos con presunción se manifiestan entre nosotros. Y sin embargo la opinión general es que la iglesia está floreciendo, y que existe paz y prosperidad espiritual en todos sus términos. La iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose firmemente hacia Egipto. Sin embargo pocos están alarmados o sorprendidos por su falta de poder espiritual. La duda y hasta el descreimiento de los testimonios del Espíritu de Dios están leudando nuestras iglesias por doquiera. Satanás quiere que esto ocurra así”. (Testimonies, tomo 5, pág. 217.)”. Servicio CristianoEficaz:49-50.
Esta condición existía por causa de la duda, la incredulidad y la indiferencia hacia los testimonios del Espíritu de Dios. En el año 1882, estábamos en un estado de continuo retroceso. ¿Podemos decir que somos diferentes hoy en día, que estas declaraciones no se aplican a nosotros? La profetisa responde esa pregunta:
“Una cosa es cierta, pronto lo comprenderemos: la gran apostasía, la cual se está desarrollando, aumentando y fortaleciéndose, continuará en esta forma hasta que el Señor descienda del cielo en aclamación”. Special Testimonies, Serie B, Nº 7, pág. 57.
“Las confederaciones aumentan tanto en número como en poder. Estas confederaciones crearán una influencia opositora de la verdad, formarán nuevos grupos de creyentes profesos que obrarán de acuerdo con sus teorías engañosas. La apostasía aumentará. "Algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" (1 Tim. 4:1). Los hombres y las mujeres se han unido para oponerse al Señor Dios del cielo, y la iglesia se encuentra despierta a medias solamente a la comprensión de esta situación. Los cristianos profesos deben orar más y realizar un esfuerzo más fervoroso”. 2 Mensajes Selectos:440.
“Entonces se popularizó la idea de que la obra médico misionera avanzaría grandemente si todas nuestras instituciones médicas y demás intereses médico misioneros estuviesen bajo el control de la asociación misionera médica en Battle Creek.
Se me dijo que levantase mi voz en advertencia contra esto. No debíamos estar bajo el control de hombres que no pudiesen controlarse a sí mismos y que no estuviesen dispuestos a someterse a Dios. No debíamos ser guiados por hombres que quisiesen hacer de su palabra el poder controlador. El desarrollo del deseo de controlar ha sido muy marcado, y Dios ha enviado advertencia tras advertencia, prohibiendo las confederaciones y la consolidación. Nos ha advertido en contra de comprometernos a cumplir ciertos acuerdos que serían presentados por hombres obrando para controlar los movimientos de sus hermanos”. 8 Testimonies:217.
La Asombrosa Naturaleza de la Apostasía Omega.-
Se nos ha dicho que la apostasía omega sería de una naturaleza asombrosa. Trataría de cambiar nuestra religión, nuestros hitos y los pilares de nuestra fe. Libros de un nuevo orden serían publicados y no se permitiría que nada se interpusiera en el camino de este nuevo movimiento. Sí, estamos en la apostasía omega. Que Dios nos ayude a ser fieles hasta el fin, a estudiar como nunca antes hemos estudiado, y a orar como nunca antes hemos orado. Necesitamos leer nuestras Biblias, memorizar las Escrituras y leer el Espíritu de Profecía completo, especialmente la serie de libros que componen la serie del Conflicto de los Siglos, que comprende Patriarcas y profetas; Profetas y Reyes; el Deseado de Todas las Gentes; Hechos de los Apóstoles y el Conflicto de los Siglos; Testimonios para los Ministros; El Camino a Cristo; Santificación; El Discurso Maestro de Jesucristo; Servicio Cristiano y Mensajes Selectos, tomos 1 y 2.
Debemos entrenarnos para ser verdaderos soldados para Cristo, estamos en guerra. La batalla más grande que se haya peleado jamás pronto tendrá lugar. El tiempo de angustia del que habló Daniel pronto será una realidad. Véase Daniel 12:1; 2 Joyas de los testimonios:369; El Conflicto de los Siglos:384-385.; El Evangelismo:25-29; 3 Joyas de los testimonios:332-333
¿Qué es apostasía? Para comenzar, definamos la palabra. El Diccionario del Nuevo Mundo dice: “Un abandono de aquello en lo cual uno ha creído como fe, una causa o un principio”. A medida que nos examinamos de acuerdo con esta definición, nosotros como laicos, líderes y pastores adventistas del séptimo día debemos preguntarnos, ¿estamos en apostasía? Si analizamos la historia de la iglesia de Dios a través de las edades, encontramos esta tragedia en casi todas las generaciones.
Isaías describe la rebelión en su día:
“8 Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.
9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;
10 que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras;
11 dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.
12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;
13 por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente.
14 Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo”. Isa. 30:8-14.
La apostasía es la rebelión contra las órdenes de Dios, su plan, su ley. En los días de Nabucodonosor Dios permitió que la iglesia fuese en cautividad por setenta años a causa de una terrible apostasía, porque no había otro remedio.
“15 Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.
16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.
19 Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables.
20 Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas”. 2 Crón. 36:15-16,19-20.
Miqueas, otro profeta, escribió acerca de las terribles condiciones existentes en los reinos de los reyes Acaz, Ezequías y Jotam:
“9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio y pervertís todo el derecho;
10 que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con injusticia.*
11 Sus jefes juzgan por cohecho, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en el Señor, el Eterno, diciendo: "¿No está el Señor entre nosotros? No nos vendrá mal". Miq. 3:9-11.
Isaías habla acerca de la apostasía como la causa de los problemas de la iglesia:
“Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden”. Isa. 9:16.
Acerca de la iglesia en los días de Cristo, Ellen White escribió:
“En la parábola de la viña, Cristo declaró culpables a los labradores. Ellos fueron los que habían rehusado dar a su señor el fruto de su terreno. Los sacerdotes y magistrados de la nación judía fueron los que, al descarriar al pueblo, le habían robado a Dios el servicio que él reclamaba. Fueron ellos los que apartaron de Cristo a la nación.
La ley de Dios, exenta de tradiciones humanas, fue presentada por Cristo como la gran norma de obediencia. Esto despertó la enemistad de los rabinos. Ellos habían puesto las enseñanzas humanas por encima de la Palabra de Dios, y habían apartado al pueblo de sus preceptos. No estaban dispuestos a renunciar a sus mandamientos hechos por hombres, a fin de obedecer los requerimientos de la Palabra de Dios. No querían sacrificar, por causa de la verdad, el orgullo de la razón y la alabanza de los hombres. Cuando Cristo vino, presentando a la nación las demandas de Dios, los sacerdotes y ancianos le negaron su derecho de interponerse entre ellos y el pueblo. No estaban dispuestos a aceptar sus reproches y amonestaciones, y se propusieron malquistar a la gente con Jesús y así destruirlo.
Ellos fueron responsables del rechazamiento de Cristo, con los resultados que le siguieron. El pecado de una nación y su ruina se debieron a los dirigentes religiosos”. Palabras de Vida del Gran Maestro: 246-246. (Véase también 5 Testimonies:235 y el Deseado de Todas las Gentes:687).
La tremenda oposición de los escribas, los fariseos, los sacerdotes y el Sanedrín en contra de Cristo fue responsable por el rechazo del pueblo hacia él, y finalmente causó su crucifixión. Una vez más vayamos a la inspiración:
“En las parábolas que Cristo había pronunciado, era su propósito amonestar a los sacerdotes e instruir a la gente que estaba dispuesta a ser enseñada. Pero era necesario hablar aun más claramente. La gente estaba esclavizada por su actitud reverente hacia la tradición y por su fe ciega en un sacerdocio corrompido. Cristo debía romper esas cadenas. El carácter de los sacerdotes, gobernantes y fariseos debía ser expuesto plenamente.
"Sobre la cátedra de Moisés --dijo él,-- se sentaron los escribas y los Fariseos: así que todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras: porque dicen y no hacen." Los escribas y los fariseos aseveraban estar investidos de autoridad divina similar a la de Moisés. Aseveraban reemplazarle como expositores de la ley y jueces del pueblo. Como tales, exigían del pueblo absoluto respeto y obediencia. Jesús invitó a sus oyentes a hacer lo que los rabinos les enseñaban según la ley, pero no a seguir su ejemplo. Ellos mismos no practicaban sus propias enseñanzas.
Y, además, enseñaban muchas cosas contrarias a las Escrituras. Jesús dijo: "Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover." Los fariseos imponían una multitud de reglamentos fundados en la tradición, que restringían irracionalmente la libertad personal. Y explicaban ciertas porciones de la ley de tal manera que imponían al pueblo observancias que ellos mismos pasaban por alto en secreto, y de las cuales, cuando respondía a su propósito, hasta aseveraban estar exentos”. Deseado de Todas las Gentes:563.
Los líderes fueron responsables por causar la apostasía y mantener al pueblo de Dios en ella. Sostenían sus tradiciones por encima de la ley de Dios, y éstas restringían la libertad del pueblo. Aquello que demandaban del pueblo, ellos lo ignoraban en su propia conducta. Cristo debía romper esas cadenas; en sus enseñanzas y parábolas, él expuso claramente el carácter de los sacerdotes y de los líderes del Sanedrín.
Hoy en día existe un gran peligro para nuestro liderazgo. Satanás ha estado haciendo todo lo posible a través de las edades para capturar las mentes entre los líderes del pueblo de Dios. La historia ha probado que él ha tenido éxito demasiado a menudo. Sabemos que en esta hora final de la gran controversia Satanás redoblará sus esfuerzos para destruir la iglesia remanente y su efectividad para dar la última demostración del poder de Dios en un segundo Pentecostés. Él ha tenido éxito en demorar la segunda venida de Cristo por más de cien años.
Se nos dice que algunos de nuestros propios ministros predicarán las doctrinas de Satanás desde nuestros púlpitos:
“Ministros no santificados están organizándose en contra de Dios. Están alabando a Cristo y al dios de este mundo en la misma emisión de voz. Mientras que en forma profesa reciben a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus acciones dicen: "No a éste, sino a Barrabás". Presten atención todos los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede hacer. Piensa disolver la unidad que Cristo oró que existiera en su iglesia. Dice: "Saldré y seré un espíritu mentiroso para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para falsificar". Albergue al hijo del engaño y al falso testigo una iglesia que ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia descartará el mensaje que el Señor ha enviado, y recibirá los más irrazonables asertos, falsas suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos; porque él sabe qué es verdad. Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo la antorcha de una falsa profecía en sus manos, encendida del fuego de la infernal antorcha satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los fieles ministros serán quitados del pueblo que piensa que sabe tanto. "¡Oh, si también tú conocieses - dijo Cristo - a lo menos en éste tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos". Testimonios para Ministros:409-410.
Cambiando de Líderes.-
“Hombres en posiciones de responsabilidad se encuentran en peligro de cambiar de líderes. Esto lo sé, por cuanto me ha sido claramente revelado. Se me ha instruido que el enemigo busca unirse a hombres que tienen grandes responsabilidades en la obra de Dios, para poder llenar sus mentes con ideas malignas. Bajo su influencia los hombres sugerirán muchas cosas que son contrarias a la mente de Dios”. Special Testimonies, Serie B, Nº 2, pág. 48.
“La multitud de engaños que prevalecerá en estos últimos días os rodearán, y cambiaréis de líderes sin saber que lo habéis hecho”. Review and Herald, tomo 2, pág. 449.
“Hombres que ocupan puestos de mucha responsabilidad en el corazón de la obra están dormidos”. 2 Testimonies:439.
¿Podría ser que algunos dirigentes, pastores y laicos, hayan cambiado de líderes y ni siquiera lo sepan? Una vez más la profetisa del Señor nos habla:
“En ocasiones, con ardiente intensidad y terrible severidad, Cristo denunciaba las abominaciones que veía en la iglesia y en el mundo, él no permitía que el pueblo fuese engañado por las falsas apariencias de justicia y santidad”. Battle Creek Letters:111.
El Bautista y su Mensaje.-
El mensajero del primer advenimiento de Cristo era un hombre de muy claras palabras. Reprochó el pecado y llamaba a las cosas por su nombre. Puso el hacha a la raíz de los árboles. Se dirigió a una clase de profesos conversos que vino a ser bautizada por él en el Jordán, de la siguiente manera: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento... y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”. 1 Testimonies:321.
“No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”. 1 Cor. 13:5.
Al examinarnos a nosotros mismos ahora, debemos preguntarnos, ¿estamos en apostasía? Poco tiempo después de 1844 Ellen White escribió estas trágicas palabras:
“Si después del gran chasco de 1844 los adventistas se hubiesen mantenido firmes en su fe, y unidos en la providencia de Dios que abría el camino, hubieran proseguido recibiendo el mensaje del tercer ángel y proclamándolo al mundo con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios y el Señor hubiera obrado poderosamente acompañando sus esfuerzos, se habría completado la obra y Cristo habría venido antes de esto para recibir a su pueblo y darle su recompensa”. 1 Mensajes Selectos:77.
En el año 1900 ella escribió palabras similares por causa del rechazo del mensaje de 1888 acerca de la justificación por la fe (véase 6 Testimonies:450; el Conflicto de los Siglos:458). Pero todavía estamos aquí. ¿Por qué? Antes del fin de siglo la población del mundo era sólo una fracción de lo que es hoy día. Con el paso de cada año la obra de dar el evangelio al mundo entero se hace más compleja.
Al continuar examinando si estamos o no en apostasía, volvamos nuestra atención hacia la inspiración en busca de una respuesta:
“Me ha sido mostrado que el espíritu del mundo está leudando la iglesia rápidamente. Estáis siguiendo el mismo sendero del antiguo Israel. Existe el mismo abandono del sagrado llamado como el pueblo peculiar de Dios. Estáis participando de las obras infructuosas de las tinieblas. Vuestro concierto con los infieles ha provocado el desagrado divino. No conocéis las cosas que tocan a vuestra paz y éstas están siendo rápidamente encubiertas de vuestros ojos. Vuestro descuido en seguir la luz os colocará en una posición más desventajosa que la de los judíos sobre los cuales Cristo se lamentó”. 5 Testimonies:75-76.
La mundanalidad en la iglesia trajo como consecuencia el rechazo del mensaje de Dios en el año 1888. Ésta era mucho peor de lo que era la de los judíos que Cristo había denunciado. Ellen White describe de esta manera la trágica condición de la iglesia en el año 1882:
“Me lleno de tristeza cuando pienso en nuestra condición como pueblo. El Señor no nos ha cerrado el cielo, pero nuestra propia conducta de permanente apostasía nos ha separado de Dios. El orgullo, la codicia y el amor al mundo han vivido en el corazón sin temor a la expulsión o la condenación. Pecados dolorosos cometidos con presunción se manifiestan entre nosotros. Y sin embargo la opinión general es que la iglesia está floreciendo, y que existe paz y prosperidad espiritual en todos sus términos. La iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose firmemente hacia Egipto. Sin embargo pocos están alarmados o sorprendidos por su falta de poder espiritual. La duda y hasta el descreimiento de los testimonios del Espíritu de Dios están leudando nuestras iglesias por doquiera. Satanás quiere que esto ocurra así”. (Testimonies, tomo 5, pág. 217.)”. Servicio CristianoEficaz:49-50.
Esta condición existía por causa de la duda, la incredulidad y la indiferencia hacia los testimonios del Espíritu de Dios. En el año 1882, estábamos en un estado de continuo retroceso. ¿Podemos decir que somos diferentes hoy en día, que estas declaraciones no se aplican a nosotros? La profetisa responde esa pregunta:
“Una cosa es cierta, pronto lo comprenderemos: la gran apostasía, la cual se está desarrollando, aumentando y fortaleciéndose, continuará en esta forma hasta que el Señor descienda del cielo en aclamación”. Special Testimonies, Serie B, Nº 7, pág. 57.
“Las confederaciones aumentan tanto en número como en poder. Estas confederaciones crearán una influencia opositora de la verdad, formarán nuevos grupos de creyentes profesos que obrarán de acuerdo con sus teorías engañosas. La apostasía aumentará. "Algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" (1 Tim. 4:1). Los hombres y las mujeres se han unido para oponerse al Señor Dios del cielo, y la iglesia se encuentra despierta a medias solamente a la comprensión de esta situación. Los cristianos profesos deben orar más y realizar un esfuerzo más fervoroso”. 2 Mensajes Selectos:440.
“Entonces se popularizó la idea de que la obra médico misionera avanzaría grandemente si todas nuestras instituciones médicas y demás intereses médico misioneros estuviesen bajo el control de la asociación misionera médica en Battle Creek.
Se me dijo que levantase mi voz en advertencia contra esto. No debíamos estar bajo el control de hombres que no pudiesen controlarse a sí mismos y que no estuviesen dispuestos a someterse a Dios. No debíamos ser guiados por hombres que quisiesen hacer de su palabra el poder controlador. El desarrollo del deseo de controlar ha sido muy marcado, y Dios ha enviado advertencia tras advertencia, prohibiendo las confederaciones y la consolidación. Nos ha advertido en contra de comprometernos a cumplir ciertos acuerdos que serían presentados por hombres obrando para controlar los movimientos de sus hermanos”. 8 Testimonies:217.
La Asombrosa Naturaleza de la Apostasía Omega.-
Se nos ha dicho que la apostasía omega sería de una naturaleza asombrosa. Trataría de cambiar nuestra religión, nuestros hitos y los pilares de nuestra fe. Libros de un nuevo orden serían publicados y no se permitiría que nada se interpusiera en el camino de este nuevo movimiento. Sí, estamos en la apostasía omega. Que Dios nos ayude a ser fieles hasta el fin, a estudiar como nunca antes hemos estudiado, y a orar como nunca antes hemos orado. Necesitamos leer nuestras Biblias, memorizar las Escrituras y leer el Espíritu de Profecía completo, especialmente la serie de libros que componen la serie del Conflicto de los Siglos, que comprende Patriarcas y profetas; Profetas y Reyes; el Deseado de Todas las Gentes; Hechos de los Apóstoles y el Conflicto de los Siglos; Testimonios para los Ministros; El Camino a Cristo; Santificación; El Discurso Maestro de Jesucristo; Servicio Cristiano y Mensajes Selectos, tomos 1 y 2.
Debemos entrenarnos para ser verdaderos soldados para Cristo, estamos en guerra. La batalla más grande que se haya peleado jamás pronto tendrá lugar. El tiempo de angustia del que habló Daniel pronto será una realidad. Véase Daniel 12:1; 2 Joyas de los testimonios:369; El Conflicto de los Siglos:384-385.; El Evangelismo:25-29; 3 Joyas de los testimonios:332-333
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