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Dennis Priebe-¿Qué es Pecado? 4

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Mensaje por Admin Lun Mayo 24, 2010 1:05 pm





Mal y Culpa.-



Si queremos definir el pecado como decisión, debemos hacer una diferencia entre el mal y la culpa. Hay mucho mal en el mundo de hoy, aún en el reino animal. Pero no le imputamos culpa a todo el mal que hay en nuestro mundo hoy.

Una de mis ilustraciones favoritas es la del gato. Nos gozamos con los gatos que se recuestan en nuestros pies, que les gusta que los toquen y vienen a buscar su plato de leche tibia. Pero a veces nos olvidamos que hay otro aspecto en nuestras mascotas caseras. ¿Se han dado cuenta de que los gatos no son misericordiosos con los ratones que agarran para su próxima comida? Cuando son capaces de agarrar un ratón, no lo sacan rápidamente de su miseria, sino que juegan con él. De hecho torturan al ratón, hasta que el ratón encuentra que físicamente le es imposible escaparse y finalmente se rinde.

¿Qué le haríamos a un ser humano que torture a un animal o a un ser humano en esa forma? Lo consideramos culpable del más terrible de todos los crímenes y probablemente lo encerraríamos por el resto de su vida. ¿Pero qué hacemos con el animal que ha hecho eso, nuestro gato? Decimos que eso es parte de la vida. No es bueno que el ratón sufra, pero el gato tampoco es culpable. Así pues, vemos que hay algunos actos que son vistos como malos, pero que son parte natural de los resultados del pecado, y hay otros actos tan malos por los cuales una persona puede ser considerada culpable.

Ahora llevemos esto a un nivel humano. Si estamos clavando un poste y le pedimos a un amigo que nos sostenga el poste para que podamos enterrarlo más fácil, es posible que por error le demos en su dedo en vez de darle al poste. El dedo le va a doler, se le pondrá morado y tomará algún tiempo para sanar, pero nuestro amigo probablemente no nos acusará de culpa personal. Considerará que todo fue un desafortunado accidente.

Adelantémonos un paso más para aclarar el punto. Si un niño pequeño juega con una pistola y le dispara a su hermano o hermana mayor, le quitaríamos la pistola al niño y la guardaríamos mejor desde ese momento. No condenaríamos ni juzgaríamos al niño como culpable. Pero si un muchacho de 20 años toma la misma arma y le dispara a alguien, inmediatamente nos preguntamos ¿por que? Nos gustaría saber primero todo, si lo hizo con malicia.

Así que, hay una diferencia entre los conceptos de mal y de culpa. La palabra mal sencillamente quiere decir algo incorrecto, malo o negativo, los resultados del pecado en un mundo maldito. La culpa se aplica a la responsabilidad moral por los pensamientos o hechos malos.

Lo que estoy diciendo, es que los árboles y animales están llenos de pecado y mal, pero no son condenados ni redimidos por Dios, pues no tienen conocimiento de valores morales. Sólo el hombre tiene conocimiento de valores morales, y por este conocimiento se le condena como culpable por cualquier acto malo. Si vamos a creer que el pecado es por decisión, debemos hacer una diferencia crucial entre mal y culpa. La culpa necesita conocimiento previo y rebelión voluntaria. Estoy sugiriendo que la condenación de Dios siempre está basada en el conocimiento previo que el hombre tenga. Santiago lo dice claramente, “y al que sepa hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” Santiago 4:14.



Resultado y Penalidad.-



Ahora debemos verificar la hipótesis de que hay una diferencia entre los conceptos de mal y de culpa. En Génesis 2:17 una pena clara y precisa se da por la rebelión contra Dios. Dios le habló a Adán: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día en que de él comieres, ciertamente morirás”. Nosotros hemos estado confundidos con este versículo, porque es claro que cuando Adán comió del fruto que le dio Eva, él no murió ese día.

Hemos dicho algunas veces, bueno, él comenzó a morir. Pero el hebreo simplemente dice, “en el día que comiereis morirás” y es una buena traducción. ¿Por qué Adán no murió ese día? ¿Por qué la pena de muerte no fue impuesta enseguida en su caso? Porque el rescate fue hallado. “El Hijo unigénito de Dios se ofreció a tomar el pecado del hombre sobre él mismo y hacer expiación por la raza caída”. EGW, 1 SDABC: 1082.

En el instante cuando el hombre aceptó la tentación de Satanás, e hizo cada cosa que Dios le dijo que no hiciera, Cristo, el Hijo de Dios, se puso entre la vida y la muerte diciendo: “El castigo caiga sobre Mi; me colocaré en lugar del hombre. Él tendrá otra oportunidad” Idem:1085. “Así tan pronto como vino el pecado, así vino un Salvador ... Tan pronto como Adán pecó, el Hijo de Dios se presentó como el Fiador para la raza humana, con todo el poder para quitar la pena de muerte anunciada, como cuando él murió en la cruz del Calvario” Idem:1084.

¿Por qué no murió Adán ese día? Porque el substituto se colocó entre la pena de muerte y Adán ese día. Jesús tomó el lugar de Adán ese día. Esto nos puede ayudar a entender Apocalipsis. 13:8 cuando dice que el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Como Fiador del hombre, Jesús en efecto pagó la culpa aquel día, colocándose entre Adán y la pena de muerte.

Muy pronto Adán ofreció su primer sacrificio animal con el significado para él, que el Hijo de Dios morirá en su lugar. La culpa por el pecado de Adán fue pagada inmediatamente por Jesús. Jesucristo tomó el lugar de Adán inmediatamente.

¿Pero pagará Adán la pena algún día? ¿Morirá Adán para pagar su pecado? ¿Por qué Adán murió 930 años más tarde? ¿Pagó alguna vez la pena? ¿O sencillamente murió como resultado de las consecuencias naturales del pecado?

De hecho, se nos dice que su muerte fue una bendición, porque él sufrió mucha agonía sabiendo que su pecado había causado todo el pecado, el dolor y el sufrimiento del cual él mismo había sido testigo por 900 años. Su muerte fue un alivio.

La muerte natural de Adán fue el resultado de su pecado, más bien que su pago o muerte por pecado. La pena había sido pagada por Jesucristo. Adán había ofrecido el cordero mostrando que él había entendido que la pena de muerte había sido pagada. Pero la maldición, las consecuencias propias del pecado permanecieron.
PECADO




MAL CULPA









MUERTE INFIERNO


(Resultado) (Pago del Pecado)


Esto quiere decir que debemos dividir la idea básica en columnas separadas. La columna del lado izquierdo se denomina el mal e incluye todas las cosas que resultan inherentes del pecado. Todo este mal lleva a la muerte, el sufrimiento, y todos los acontecimientos negativos que vemos alrededor nuestro.

La columna de la derecha se denomina culpa. Y esta columna nos lleva a la segunda muerte o al infierno, que es el castigo por el pecado. Así tenemos realmente dos consecuencias del pecado, que los seres humanos, los animales y la naturaleza en general experimentan y que llevan a la primera muerte. En el otro lado tenemos la culpa, que nos lleva a la pena por el pecado, que es la segunda muerte, la cual ha sido pagada por Jesús. Si nosotros decidimos aceptar a Jesús como nuestra salvación, nunca moriremos la segunda muerte.

Ahora, es verdad que la expiación cubre todas las consecuencias del pecado. Yo sugeriría que la expiación tiene que ver con la parte de la culpa, perdonando y con los resultados del mal, recreando y restaurando aquello que la maldición del pecado ha hecho. El trabajo de la expiación se dirigirá así, a la restauración de todas las cosas al plan original de Dios, pero no perdona aquellas cosas que están en la columna de la izquierda. Solamente perdona aquellas áreas en el lado de la culpa. Perdona únicamente la pena por el pecado.

Así los términos justificación, perdón, salvación, el evangelio, justicia y santificación, se aplican a la columna de la derecha. Estos términos tienen que ver con la culpa, la pena y el infierno. Yo estoy estableciendo una diferencia básica entre los resultados del pecado y la pena por el pecado.

Hay una diferencia fundamental entre la primera muerte. La condenación y la salvación conciernen particularmente con la culpa y la pena. En esta área es que debemos enfocarnos cuando hablamos de justificación por la fe.

Miremos algunos textos del Nuevo Testamento a ver si tenemos una evidencia amplia de esta distinción. En Lucas 13:1-5 Jesús narra una historia dirigida a dar una lección. Lucas dice que “en este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. En otras palabras, ellos habían sido muertos. Jesús les respondió: ¿Pensáis que estos galileos porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente”.

Aquí vemos que la muerte de estos galileos no fue el resultado directo de sus pecados. Jesús dijo que estos galileos sobre quienes cayó la torre, no eran más culpables que otros por haber sufrido tal muerte. Aquí esto es claro. La primera muerte que ellos experimentaron no estaba directamente unida a su culpa.

En Juan 9:1-3 dice, “Al pasar Jesús, vio a un ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino que para que las obras de Dios se manifiesten en él”. Otra vez Jesús estaba diciendo que su ceguera, la maldición con la cual él había sido afligido, no era el resultado de un pecado personal, pero sí causado por una debilidad heredada. Jesús hace una diferencia entre la culpa personal y los efectos inherentes o resultados del pecado. Otro texto importante está en Juan 5:24-25. A menos que hagamos una distinción en este capítulo, tendremos a Jesús contradiciéndose a Sí mismo en estos pasajes: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasado de muerte a vida”.

Jesús está diciendo que ahora, hoy, si creemos, tendremos vida eterna. Ahora mismo estamos pasando de muerte a vida. Él continua diciendo: “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán”. En el versículo nosotros estamos libres de la muerte y tenemos vida eterna ahora. En el versículo 25 quienes mueran oirán la voz del Hijo de Dios en la resurrección que viene. A menos que hagamos una distinción entre la primera muerte y la segunda muerte, nos encontraremos en una contradicción desesperada.

Jesús está diciendo que hoy mismo tenemos vida eterna en Él. Somos liberados de la pena de la culpa. Hemos sido liberados y nunca moriremos la segunda muerte, que es la paga por el pecado. Con excepción de los que serán trasladados, moriremos la primera muerte llamada un sueño (tal es el caso de Lázaro). Más tarde oiremos la voz del Hijo de Dios y nos levantaremos del sueño de la primera muerte. Así que aún los que son perdonados y se les ha dado la vida eterna morirán como resultado de la maldición del pecado de Adán. Moriremos porque estamos en un mundo que está muriendo. La primera muerte no puede ser la paga por el pecado, porque quienes posean la vida eterna también morirán en la primera muerte. Sencillamente, la vida eterna significa que no hay segunda muerte, que es la paga por el pecado. Otro texto donde se expresa claramente este pensamiento es el de Juan 5:11-13, donde se nos dice que tenemos vida en Cristo hoy, ahora, y sin embargo sabemos que moriremos.

Pienso que tenemos buenas evidencias en la Escritura que hay dos consecuencias diferentes del pecado. Primero, la maldición del pecado que es la primera muerte. Segundo, la paga por el pecado que es la segunda muerte


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